¿Por qué tenemos que trabajar tanto?

con banda de sonido

En Cabildo, en 1939 nació Ismael Osvaldo Díaz, mi viejo. Trabajó de adolescente en la carpintería de Petrini en Villa Mitre, trabajó muchos años de mozo en el Hotel Italia, en La Cibeles y en Villa Bordeu. Trabajó hasta jubilarse en la panificadora de la Cooperativa Obrera. Nació un 1º de Mayo, tal vez por eso siempre trabajó. 

Trabajar fuera de la burbuja

Trabajar como un juego también

Trabajar, que no pare la lucha

Trabajar

El 1º de mayo se instituyó como Día Internacional del Trabajador en conmemoración de la sangrienta represión que sufrieron los obreros de la fábrica McCormick, durante varios días de abril y mayo de 1886, en la ciudad de Chicago.

1 - El "tren de la historia" pasa de largo
La semana pasada se cumplieron 139 años de la llegada del ferrocarril a Bahía Blanca. El 25 de abril de 1884 el primer tren siguió de largo a White. 
Allí una “suculenta cena” servida en el mismísimo Galpón de Locomotoras aguardaba a los visitantes. Presidían una mesa con más de doscientos comensales, el Gobernador, Dr. Dardo Rocha; el Ministro de Hacienda de la Provincia, Vicente Villamayor; el Presidente del Directorio del Ferrocarril Sud en Londres, Frank Parish; su Secretario, C. O. Barker; el Presidente de la Comisión Argentina de la empresa, Guillermo Moores; el Gerente General de la empresa, George Cooper; y el Canónigo Benjamín Carranza, quien bendijo los alimentos.
¿Estaban los trabajadores del galpón invitados al banquete? Nada dicen las fuentes. 

2- ¡Qué maestro!
El padre de Manolo, mi bisabuelo, cuando Manolo era chico trabajaba en el puerto. A veces, como me contaba mi abuelo, hacía changas: iba todas las mañanas, se juntaban un montón y empezaban a llamar. Si ese día le tocaba, volvía bien tarde y con unos pesos en el bolsillo; pero si no le tocaba, volvía temprano a casa. 

La pala es la herramienta fundamental del estibador. Nosotros lo que hacíamos más era palear cereal. La descarga de cereal de vagones y camiones. Nosotros trabajábamos para la Junta. (Raúl Franco)

Fue tal, tal el cambio, que por ejemplo, para descargar 250 toneladas que son 5 vagones llevábamos 8 hombres. Lo que hacían los obreros en 3 horas para descargar 250 toneladas, accionando un botón te las descargan en 10 minutos. Los vagones tolva se descargan solos, automáticamente solos. Esos fueron los cambios, que la COPEL sufrió, un bajón económicamente y humanamente, porque teníamos un material humano, para trabajar, pero después, ¿qué hacíamos con ese material humano si no había trabajo? (Horacio Morantes) (1)

3- No por amor al arte
¿Por qué cuesta tanto decirles trabajadores a los artistas? ¿Qué hay en esta ocupación que hoy en día nos impide imaginarla bajo las mismas normas que las que operan para los demás trabajadores? ¿Por amor al arte? No. (2)
Los y las artistas son profesionales que trabajan en su tiempo libre, convirtiéndose en un profesionalamateur, generado por la falta de estructuras, de recursos y valoración.
“En los últimos tiempos, sin embargo, ha ocurrido que la valoración del ejercicio artístico se ha socializado del lado de la afición y el placer como aquello practicado en tiempos ociosos y considerado difusamente como actividad laboral. De forma que el contexto no pierde la oportunidad de recordar a quienes crean que eso no es un trabajo en sentido estricto y que por ello cualquiera puede aprovechar para pedir gratis a un amigo o a un familiar que crea: un retrato para su hijo, una ilustración para su trabajo, un poema para su pareja, presuponiendo que el gusto por hacer ya compensa el trabajo, reforzando la idea de que el pago a lo creativo va implícito en su mero ejercicio.” (3)

“La frase dice: "¡Andá laburar al puerto!", y aparece, cada tanto, como un aguijón en la punta de la lengua de todo aquel que, cuando se entera de que trabajamos en un museo, no ve en nosotros otra cosa que a una manga de vagos. En sólo cinco palabritas, el dicho condensa las premisas de una ideología que se hace llamar cultura: la "cultura del trabajo". Por un lado, da por supuesto que un trabajo sólo es verdadero en la medida en que involucra una exigencia física de carácter agotador ("laburar de verdad es hombrear bolsas en el puerto") y, por el otro, asume que en un puerto siempre hay trabajo para todo el mundo. O sea, para decirlo con otra frase célebre del repertorio meritócrata, "que el que no trabaja es porque no quiere", y que eso, claro, está mal, muy mal, porque el trabajo representa un deber, y su falta, una falta de índole moral. ¿Pero es así? ¿Existirá algún sitio en el que salario, satisfacción y sudor van felices de la mano?”

Quiero tocar la guitarra todo el día

Y que la gente se enamore de mi voz

Porque yoNo quiero trabajar



4- Doble aguinaldo
…”En el año 57, 58, empezaron los obreros de acá. No, nosotros no tenemos que ser textiles, porque yo hablé con gente en Buenos Aires, y el sueldo es mucho mejor. Y bueno, nos abrimos de ellos, y la verdad que sí, tuvimos la suerte. Nos mejoraron el sueldo y aparte teníamos dos aguinaldos (4) por año. En el mes de junio cuando cobraba, en vez de cobrar uno, cobraba dos. Y en diciembre lo mismo, en vez de cobrar uno grande, cobrabas dos. Cuando nos unimos con el sindicato de Avellaneda, nos mejoraron el sueldo y empezó todo, viste, a andar mucho mejor, teníamos una obra social buena, contratamos médicos, contratamos la obra social por intermedio de la Asociación Médica de Bahía Blanca, ¿viste? En el 63, 64 más o menos, era tal la demanda de lana que había en el mundo, que hacíamos hora extra. Trabajábamos de las 7 de la mañana a las 11, de la 1 a las 5, y entrábamos de vuelta de las 7 de la tarde hasta las 10 de la noche. Esas 3 horas eran hora extra y cobrábamos con el 100%. Entonces, ¿viste? Era mucha la plata.”  (5)

”Productividad no significa trabajar más sino mejor el trabajador asegurará el máximo rendimiento y evitará los inconvenientes de una labor apresurada y fatigante.” 

En 1906, la lanera Soulas, de Cuatreros, daba trabajo a casi la totalidad de mujeres de esa población; las dos grandes industrias -frigorífico Sansinena y el lavadero Soulas-, poblaban al pueblo y proveían mano de obra a estas empresas.
Más de 200 personas trabajaban en el lavadero y gran parte de esos obreros eran mujeres, trabajadoras a destajo por un jornal de 3 pesos diarios.
“Esto de proporcionar a la mujer medios para ganarse con el sudor de la frente el pan de subsistencia es meritorio de un país donde la mujer, como trabajadora, no ha alcanzado aún, ni remotamente, la expansión de otros países”, podía leerse en La Nueva Provincia en esas épocas.

5- Amor en el trabajo
El primero de los trabajos de mi abuelo Manolo, de chico, fue de ayudante del repartidor de hielo y de leche. Sobre un carro recorrían las calles de la ciudad, como un reloj, botellas y jarras llenas de leche. 

El segundo de los trabajos de mi abuelo fue en la fábrica de caramelos “La Industrial” donde conoció a Elena, la Negra para los íntimos, mi abuela. Adolescentes ambos, ella tres años menor. En la calle Brandsen 43, lugar de producción, empaque y hornos de La Industrial. Llegó a tener -además de mis abuelos- 150 operarios, entre los que se contaban obreros, repartidores y empleados. Allí fue donde funcionaron dos modernas líneas de producción: una destinada a la manufacturación de bizcochos y galletitas; la otra, a la de golosinas, caramelos, turrones, bombones y confites. A pesar de que los números impresionan, "La Industrial" subsistió hasta 1939. Para ese entonces nacía mi tío Norberto y mi abuelo ya era empleado municipal.

El 22 de septiembre de 1961, en la esquina de O'Higgins y Brown se instaló el primer semáforo que funcionó en nuestra ciudad, reemplazando a los agentes que dirigían el tránsito desde las garitas. 

De todos estos trabajos hay objetos -incluido ese primer semáforo- que se encuentran entre los bienes patrimoniales del Museo Histórico. Cuántas más historias y cuántos otros trabajos que ya no existen podemos encontrar en el museo histórico. 

Un trabajador habita lugares con identidad y transita espacios. Que acá y allá se relacionan con otros y fantasean, pero no sólo como parte de su trabajo, sino también como parte de su subjetivación política. 

Vai te entregar

Vai te estragar

Vai te enforcar

Vai caducar

Vai trabalhar

Vai trabalhar

Vai trabalhar

Bueno… Por ahora lo dejamos acá. Te invito a suscribirte —y a visitar los museos de Bahía eligiendo una actividad— y a decirle a tus amigos y amigas que se suscriban -y visiten los museos-.  Y, por supuesto, podemos seguir la conversación por mail o en las redes -y por los museos de Bahía. 

Hasta la próxima.

Nos vemos por los museos 

Christian


Foto: Afiche de El enigmatico señor Afiches, Walter Uranga, sobre texto de Ferrowhite museo taller.

(1) ¡Qué maestro! Museo del Puerto, 2013. 

(2) Documental No por amor al arte. PAC Plataforma de Arte Contemporáneo. 

(3) “El entusiasmo. Precariedad y trabajo creativo en la era digital” Remedios Zafra. Anagrama. 

(4) Noticiero Panamericano 553. Documento fílmico. ID: 787.C16.1.A. 1951.

(5) Entrevista realizada por Micaela Olguín al Sr. Julio Cesar Martín, ex trabajador - clasificador del ex lavadero de pieles y lanas Lanera Argentina, oriundo de Gral. Daniel Cerri, de 85 años. 

(6) Cita en con las formas del ayer, diario La Nueva Provincia 18/01/2011.

Bonus track

Belek! "Cuarteto de la plusvalía". Sobre música del paso doble "Quitapenas".