Qué nos ocurre después de tanto tiempo,
reflexionamos al vernos al espejo;
qué es lo que pasa, me estoy viniendo viejo,
no se ya qué pensar, si ya no se qué es lo que pienso.
Yo soy un hombre bueno,
lo que pasa es que me estoy viniendo viejo;
trataré de hacer las cosas a su tiempo,
o sino no le daré importancia al cuerpo, oh no.
No puede ser que esto me preocupe,
si estoy naciendo, que bueno, que bueno;
para qué tantos años de experiencia,
si justo ahora me doy cuenta que no tengo.
Yo soy un hombre bueno,
lo que pasa es que me estoy viniendo viejo;
trataré de hacer las cosas a su tiempo,
o sino no le daré importancia al cuerpo, oh no
El viejo - Pappo
Si me pongo a jugar al basquet con hijos juego a lo René Lavand: con una mano sola (nunca aprendí a tirar de zurda) y el que me ve jugando dice: “no se puede hacer más lento”. No es un estilo de juego, son los años. El sobrepeso. Me canso fácil.
Tuve muchas lesiones de rodillas y tobillos y nunca me las tomé en serio. Meniscos no me quedan. Bueno, el externo de la rodilla izquierda sigue en su lugar pero roto. Una cirugía que tengo pendiente desde el 2019. Tengo restauraciones pendientes para seguir conservando mi objeto contenedor y todavía, tiene que estar en la exhibición.
1 - ¿Cómo conciliar el uso del patrimonio cultural con su conservación?
No puedes tocar esto
No puedes tocar esto
No puedes tocar esto (oh-oh oh, oh-oh)
No puedes tocar esto (oh-oh oh, oh-oh)
Te lo dije
No puedes tocar esto
¿Por qué estás ahí parado?
No puedes tocar esto
U can´t touch this - MC Hammer
Como todo en el mundo, con el paso del tiempo se va perdiendo el aspecto original. A pesar de todos los esfuerzos del museo por proteger las obras u objetos del deterioro, a veces los objetos de valor sufren daños. La madera, el lienzo, el papel y la piedra son además muy sensibles a los cambios de temperatura y humedad.
-Muestran las huellas de los años-
Aunque pueda parecer un posicionamiento muy extremista, dedicar esfuerzos a conservar algo que se piensa usar con multitud de restricciones no es muy razonable. Si se investigan y conservan los recursos patrimoniales es para que podamos disfrutar de ellos de forma plena. Como ese uso puede ocasionar daños irreversibles, sería deseable, por no decir obligatorio, que en su gestión se planteasen y aplicasen fórmulas preventivas para evitarlos.
Esta es la definición de conservación preventiva que estableció el International Council of Museums en el 2008:
“Todas aquellas medidas y acciones que tengan como objetivo evitar o minimizar futuros deterioros o pérdidas. Se realizan sobre el contexto o el área circundante al bien, o más frecuentemente un grupo de bienes, sin tener en cuenta su edad o condición. Estas medidas y acciones son indirectas -no interfieren con los materiales y las estructuras de los bienes-. No modifican su apariencia”.
Cuando en un museo se registra un objeto, este adquiere la naturaleza de bien patrimonial, multiplicando la información existente sobre la colección con la que interactúa y nutriendo al patrimonio cultural universal. Al mismo tiempo, este material deviene en una fuente de conocimiento, revalorizándose con la investigación, y siendo su expediente la mejor estrategia de conservación ante su hipotética desaparición.
2 - Nosotros envejecemos ¿Las obras no?
Nada es más simple
No hay otra norma
Nada se pierde
Todo se transforma
Nada se pierde
Todo se transforma
Nada se pierde
Todo se transforma
Todo se transforma
Todo se transforma
Todo se transforma
Todo se transforma
Todo se transforma - Jorge Drexler
Facundo: ¿Cuál es tu actitud en cuanto al envejecimiento de la obra?
Vecky: Para mi no envejecen, son de otro momento y bueno, son etapas. Yo veo las obras y veo etapas mías como artista y está re bueno que sean así. Nunca tocaría una obra vieja, era así porque en ese momento yo era así y está genial. Yo me siento re atemporal con el envejecimiento así que ni idea jajajaj.
Facundo: Está bueno lo que me decís, porque te referías al envejecimiento más conceptual, pero ¿del envejecimiento material?
Vecky: No se estropean mis obras porque la re barnizo las re termino bien, van a durar muchos años, en eso soy re prolija y re profesional. Me re interesa que se conserven soy medio obse. A menos que sepa que no van a durar nada, algo en la pared, ahi no pasa nada chorreamos pintura pero si es un cuadro soy bastante prolija. Me interesa que duren y perdurar en el arte.
En conserva – 10 – Vecky Power | 2 Museos (bahia.gob.ar)
3 - ¿De qué no te desharías nunca?
Nada más preciado para mi (yeah)
Nada más preciado para mi (oh)
Nada más preciado para mi (iuuuh)
Nada más preciado para mi (eeah)
Nada más preciado para mi
Nada más preciado para mi (ehhoaaah)
Nada más preciado para mi (uuuh)
Nada más preciado para mi
Nada más preciado para mi
Nada más preciado para mi (ehh)
Nada más preciado para mi (iuuuh)
Nada más preciado para mi
Nada más preciado para mi (uouoh)
Nada más preciado para mi (eeah)
Nada más preciado para mi (uhooaeh)
Nada más preciado para mi (yeah yeah)
Nada más preciado para mí - Fito Páez
Alejandra Santucho trajo esa libreta en 2021, su familia la había guardado durante años. Cuando un objeto como este llega al museo algo se activa, el presente no permanece igual. En principio, por los recuerdos que despierta: Alejandra nos contó que “El Rusito” era hincha de Huracán, como muchas otras personas del barrio Boulevard. Pero tenía este carnet de socio de Comercial para poder ir a la pileta con amigos. Y luego, porque un objeto, cuando se vuelve público, abre una conversación más grande: con el pasado, con más personas e instituciones, con el futuro también.
podés leer la entrada completa en La historia del puerto también es presente – > (wordpress.com)
4 - ¿De qué somos dueños en un museo?
La comunidad no comienza cuando damos un paso afuera del museo. Habita ya en sus salas y en sus depósitos; en cada cosa que esas salas exhiben y que esos depósitos guardan. En la más primaria de las operaciones museográficas, aquella que decide apartar del orden cotidiano determinados objetos para preservarlos del paso del tiempo, cristaliza ya cierta concepción de la comunidad, de lo que esa comunidad considera bello, memorable o relevante, es decir, valioso. Pero también, cierta idea acerca de quiénes detentan, dentro de ella, el privilegio de poseer y la potestad de sancionar dicho valor. Los objetos de un museo objetivan relaciones de dominio. En su oficio mudo, nos dicen a qué mundo pertenecemos, pero también cuál es el lugar que le toca a cada uno dentro de él.
¿Para quienes se fundaron los primeros museos? Simplificando, para los varones blancos, heterosexuales, integrantes de las burguesías y las aristocracias europeas ilustradas. ¿Y para qué se inventaron? Para volver tangible la distinción entre quienes cuentan como sujetos y aquellos que son ubicados en el lugar de objetos del conocimiento. Aunque los museos ya no estén destinados sólo a ellos, esto sigue funcionando más o menos así. Que llamemos “patrimonio” al conjunto de cosas que los museos albergan habla del mundo en el que la institución museo surge y se consolida. Sugiere, en principio, que en ese mundo cada uno vale por lo que tiene. Como reclama el filósofo italiano Roberto Esposito, tal vez convendría reflexionar sobre el sorprendente hecho de que la noción ordinaria de ‘bien’ coincida con la idea de cosa poseída:
“[en nuestra sociedad] (...) un bien no es alguna entidad positiva ni un modo de ser, sino aquello que se posee. Esto testimonia la absoluta primacía del tener sobre el ser, que desde hace mucho tiempo ha caracterizado a nuestra cultura. Así pues, una cosa no parece ser ante todo lo que es sino, más bien, lo que alguien tiene”. (5)
La entrada completa podés leerla acá MUSEO TALLER: UN MUSEO COMÚN
5 - ¿Por qué conservar?
Botellas, metales, puertas, ventanas, tirantes, mantas, cobijas, cubrecamas, botellero botellero
Botellero - Ramiro Musotto
Conservar para comprender, para crecer, para avanzar. Para mantener la diversidad cultural frente a la globalización. La comprensión del patrimonio cultural inmaterial de diferentes comunidades contribuye al diálogo entre culturas y promueve el respeto hacia otros modos de vida.
El acervo de conocimientos y técnicas que se transmiten de generación en generación. El valor social y económico de esta transmisión de conocimientos es pertinente para los grupos sociales tanto minoritarios como mayoritarios de un Estado.
Y sobre todo, para poder explicar nuestro tiempo.
6 - ¿Qué es lo que no se muestra?
A veces, no mostrar algo es una forma de hacerlo invisible. De tratar de impedir que se recuerde, que forme parte de la historia oficial.
Así hay muchos museos que solo nos muestran una versión de la historia. Por ejemplo en el museo Fortin Cuatreros tenemos una sala que habla del General Daniel Cerri pero no se menciona al cacique Namuncurá, no se muestra quienes fueron los habitantes originarios de esa zona.
Algunas ramas de la ciencia se han atribuido el derecho de estudiar personas sacándolas (vivas o muertas) del lugar donde vivían y así han terminado en los museos, a veces guardadas como parte de una colección o a la vista, en exhibición, como ocurrió en el Museo de La Plata. Resulta que durante la "Campaña del Desierto", se llevaron cautivas a personas que habitaban la Patagonia. Muchas de ellas quedaron como prisioneras en el Museo y al morir sus esqueletos fueron a dar a las vitrinas. Algunas partes de sus cuerpos fueron conservados en formol para ser estudiados por los antropólogos.
Pero eso pasaba hace mucho, dirán algunos, y sí, pero sigue pasando. Por ejemplo en la ciudad de Salta se abrió en 2004 el Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM). Allí se exhiben tres momias encontradas en 1999. Se los conoce como "Los niños del Llullaillaco" y ellos son: "La doncella" (de unos 15 años), "La niña del rayo" (de 6 años) y "El niño" (de unos 7 años).
Estos chicos estaban en lo alto del volcán del mismo nombre congelados, a unos 7000 m de altura, hace más de 500 años.
Habían llegado allí como parte de un ritual sagrado de los Incas llamado Capacocha. Para los Incas esos niños ofrendados no morirían, se encontrarían con sus antepasados y podrían observar a las aldeas desde lo alto. (1)
7 - En esta función hay lugar para todas y todos.
Que nadie se quede afuera. Ni siquiera las paredes.
En 1910 comienza a construirse el Teatro Municipal. En agosto de 1913 abre sus puertas. En 2011 es declarado “Monumento Histórico Nacional”. En 2022 es vandalizado reiteradamente.
¿Qué podemos hacer para preservar su integridad estética, arquitectónica, histórica?
En primera instancia, conocer un poco más acerca de nuestro patrimonio y su valor. En segunda instancia, entender cuál es el daño real que este tipo de acción aparentemente superficial genera. Para conservar y mantener el patrimonio no alcanza con restaurar o recomponer lo que se altera.
Al quitar las pintadas e inscripciones sobre las paredes, las puertas y las escaleras, la materialidad del patrimonio que queremos preservar se va desgastando.
Se puede pintar y limpiar la piedra una vez, y a los pocos días o semanas volver a hacer lo mismo. Lo que sucede es que, a lo largo del tiempo y al cabo de tantas repeticiones de remoción de pintura y pintura, nuestro patrimonio puede deteriorarse cada vez más. Hasta perderse.
Hace unos días, las puertas, paredes y escaleras del sector de la calle Dorrego del Teatro Municipal aparecieron vandalizadas con pintadas. Nuevamente, la tarea de limpieza vuelve a empezar. Y el patrimonio vuelve a sufrir.
Cuidar lo que nos pertenece a todas y a todos debería resultar más sencillo. Suena lógico, simple.
Un primer gran paso sería lograr que toda la ciudadanía pudiera experimentar realmente al Teatro Municipal como propio, como un espacio abierto y plural que la incluye y convoca.
El patrimonio es un legado cultural que recibimos del pasado y que transmitiremos a las generaciones futuras. El presente es el momento que nos toca para disfrutarlo y preservarlo.
Aprender y compartir saberes nos puede ayudar a construir una conciencia ciudadana comprometida con el cuidado de la ciudad y de las personas que la habitamos. Es una tarea colectiva que deberíamos asumir y no abandonar. En esta función hay lugar para todas y todos. Que nadie se quede afuera. Ni siquiera las paredes.
8 - Lo importante
“porque la necesidad humana no es solo conocer, sino también tener afecto y proteger las cosas que se conocen... no solo conceptualmente, sino también imaginativamente” (Berry)
Pretender que los museos o las cosas o las personas sean de tal manera es ir directo a la frustración. Esta cuestión de la cuadratura del círculo nos pasa constantemente. Las expectativas casi nunca encajan con la realidad. El museo debería ser…. Nos imaginamos cómo nos gustaría que sea y luego nos frustramos cuando no es lo que esperábamos. Es bastante necio. ¿Si probamos al revés? Aceptar como son los museos, las cosas, las personas y luego decidir qué deseamos hacer con eso. No es resignación. Lo perfecto sólo existe en nuestras frustraciones.
Lo peor de todo es creer que la salvación es individual. “Lo importante no es mantenerse vivo sino mantenerse humano” dijo George Orwell
Bueno… Por ahora lo dejamos acá. Te invito a suscribirte al newsletter y al streaming —y a visitar los museos de Bahía eligiendo una actividad— y a decirle a tus amigos y amigas que se suscriban -y visiten los museos. Y, por supuesto, podemos seguir la conversación por mail, en las redes y en el streaming -y por los museos de Bahía.
Hasta la próxima.
Nos vemos por los museos
Christian
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Museos ¿Para qué? Sandra Murriello y Astrid Bengtsson. Editorial de la Universidad de La Plata. Colección Abrepreguntas.